IA en salud: ¿La penicilina del S. XXI o una pastilla más?
ace un mes la plataforma Notion sacó su propia Inteligencia Artificial (IA), y la verdad es que no paro de jugar con ella. Hay momentos en los que no me lo creo. No solo porque siempre me sorprendo gratamente cada vez que leo una gran respuesta, sino también porque me siento muy privilegiado de pertenecer a una época en la que se está produciendo un acontecimiento histórico que transformará el mundo por completo.
Además, es uno de esos momentos en los que no es por una guerra. Nada mejor que abrir un libro de historia y leer que Alexander Fleming inventó la penicilina salvando miles de personas e innumerables vidas futuras. Y lo mejor es que no se le pasó por la cabeza, simplemente le creció un hongo en un cultivo bacteriano. Como cualquiera de nosotros cuando nos vamos de vacaciones y se nos olvida un yogurt en la nevera. Sin embargo, este pequeño accidente, pasó desapercibido diez años.
Efectivamente, aunque la penicilina pasaría a ser una de las mayores revoluciones en la manera en la que se practican los servicios sanitarios, su potencial no fue reconocido de inmediato. Lo mismo podría estar ocurriendo con la IA.
A veces la humanidad falla en prestarle atención al progreso. Miramos la innovación con cierto escepticismo. Para ser justos, puede asustar pensar que hemos construido máquinas que razonan y piensan por sí mismas, pero pueden sernos de enorme valor en innumerables aspectos. La IA no solo es un robot que genera imágenes, responde a tus preguntas o crea avatares personalizados. La IA está en todas partes: en educación, mejora la personalización del aprendizaje y la evaluación de los estudiantes; ayuda en la gestión de cultivos en agricultura; en la industria financiera ayuda a tomar decisiones y prevenir fraudes. Pero, ¿sabías que ya está trabajando como asistente médico?
Presupuestos mejor destinados
España destina un 7,6% del PIB a sanidad (aunque por debajo de la media europea). De ese presupuesto, según Insider Intelligence, se estima que el 30% está asociado a tareas administrativas. Y en cualquier industria, el tiempo es dinero.
La ayuda de la IA ya está permitiendo a hospitales, clínicas y médicos tratar a más pacientes diariamente gracias a la agilización de tareas tradicionalmente lentas a través de su automatización. Es el caso, por ejemplo, de la empresa Olive, cuyo software está diseñado para impulsar la eficacia operacional. Es decir, la IA recoge y analiza todos los datos sobre los ciclos de ingresos y los costes de gestión para que los proveedores y los pagadores puedan controlar y manejar los recursos de manera másproductiva. Otras como CloudMedX, dan un paso más allá, generando ideas para mejorar los recorridos de los pacientes en todo el sistema de atención médica y así promover la optimización de recursos. Y es que, como vimos en los momentos más dramáticos de la pandemia, uno de los problemas fundamentales de los centros sanitarios es el flujo de pacientes y la falta de camas disponibles.
Para rastrear los tiempos de espera de los pacientes, Qventus, Inc. se dedica a priorizar enfermedades y lesiones de los pacientes. Sus resultados son sorprendentes: la implementación de la Inteligencia Artificial en el Johns Hopkins Hospital logró asignar camas a pacientes en el servicio de emergencias un 38% rápido.
La realidad es que existe información médica altamente valiosa que a veces puede perderse en el océano de datos. Ya os he hablado varias veces sobre la importancia de tener las herramientas para poder transformar datos en conocimiento. Y la IA lo hace mejor que cualquiera de nosotros.
Empresas especializadas como Tempus o H2O.ai utilizan la IA para filtrar la mayor colección del mundo de datos clínicos y moleculares para personalizar los tratamientos de atención médica. Se ha utilizado para predecir traslados a la UCI y señalar el riesgo de infecciones adquiridas en el hospital de un paciente, entre muchas otras cosas. Además, la automatización de análisis de datos no solo permite la aceleración de procesos en la gestión de los hospitales, sino que también contribuye al desarrollo de nuevos medicamentos y diagnósticos más precisos.
Diagnósticos más precisos
Según El País, la tercera causa de muerte en 2018 en España se debió a errores médicos. Cada año, alrededor de 200.000 pacientes hospitalizados en España sufren daños prevenibles, lo que resulta en 50.000 muertes. Las historias médicas incompletas y las grandes cargas de trabajo pueden llevar a equivocaciones mortales. No es que nuestros profesionales sean incompetentes, sino que el sistema sanitario es una industria difícil de gestionar.
Un asistente médico gana de media 1.365 EUR al mes; un enfermero 1.113,98 EUR. Ambos trabajan 40h semanales y en ocasiones cuentan con plantillas limitadas por bajas sin cubrir. El buen manejo de esta enorme carga de trabajo, que en muchas ocasiones lleva aparejada una gran carga emocional entre los trabajadores sanitarios, es determinante para la satisfacción de los pacientes.
Especialmente ahora más que nunca. Los dos grandes retos que se le presentan a los servicios sanitarios, como os comentaba en el anterior artículo, es el crecimiento de la población mundial y el aumento de la esperanza de vida. La Organización Mundial de la Salud prevé 40 millones de nuevos puestos de trabajo en el sector sanitario de aquí a 2030, pero se calcula que aún faltan 9,9 millones para cubrir las necesidades de personal. ¿Qué mejor para una mayor productividad que la asistencia de la IA?
Por ejemplo, Viz.ai y Enlitic pueden detectar problemas y notificar rápidamente a los equipos de atención, lo que permite tomar decisiones de tratamiento de manera más rápida. Otro valioso uso de la IA es el de los asistentes de enfermería virtuales como Molly, diseñada para ayudar a los pacientes a gestionar enfermedades crónicas o a hacer frente a las necesidades postoperatorias. Según un artículo de Harvard Business Review, asistentes como Molly podrían ahorrar al sector sanitario hasta 20B de dólares al año.
Por otro lado, también se está profundizando en la detección de enfermedades en sus estadios más tempranos: PathAI ayuda a los patólogos a hacer diagnósticos más precisos y reducir los errores en el diagnóstico del cáncer. En el campo cardiovascular, la IA de Cleerly es incluso capaz de determinar el riesgo de sufrir un ataque cardíaco. Otro caso extraordinario es el de Beth Israel Deaconess Medical Center, que utiliza la IA para el diagnóstico de enfermedades sanguíneas potencialmente mortales. Los médicos desarrollaron microscopios que aprendieron a identificar y predecir bacterias dañinas en la sangre con una precisión del 95%. Y miles de ejemplos más que os invito a explorar.
Con esto no quiero decir que sería más rentable dejar a los sanitarios sin trabajo para reemplazarlos con IA. Una máquina nunca podrá sustituir la empatía y el trato humano que ofrecen los asistentes médicos. Sin embargo, el apoyo de nuevas formas tecnológicas para la prevención de enfermedades y el descubrimiento de fármacos eficaces es esencial para la sociedad hacia la que avanzamos, en la que los grupos de riesgo serán mucho mayores.
Descubrimiento de medicamentos
El descubrimiento de fármacos implica la identificación de moléculas con potencial para tratar enfermedades, seguido de pruebas exhaustivas para evaluar su seguridad y eficacia. Normalmente, los ensayos clínicos requieren miles de horas de trabajo humano, cuestan un promedio estimado de $1.3 billones, y solo el 10% de esos medicamentos se llevan con éxito al mercado
Con la IA, se puede predecir qué moléculas tienen más probabilidades de ser eficaces, basándose en grandes conjuntos de datos de información molecular y biológica. También puede utilizarse para diseñar nuevas moléculas optimizadas para objetivos específicos, como proteínas o enzimas causantes de enfermedades. Esto acelera el proceso tanto que la tendencia hacia una mayor inversión en el campo en los próximos años es exagerada.
Destacan organizaciones como la red neuronal AtomNet de Atomwise o la plataforma ID4 de XtalPi, cuyo grupo de inversores incluye Google, Tencent y Sequoia Capital, entre otros.
Ambas ayudan en el diseño y desarrollo de medicamentos al predecir la bioactividad e identificar las características del paciente para los ensayos clínicos, así como las propiedades químicas y farmacéuticas de moléculas específicas. Este tipo de tecnología examina entre 10 y 20 millones de compuestos genéticos cada día y puede entregar resultados 100 veces más rápido que las compañías farmacéuticas tradicionales.
También existen otras empresas especializadas en el tratamiento del cáncer, como Proscia o Deepcell, que utilizan la química computacional y las herramientas de aprendizaje automático para detectar e investigar la morfología de células potencialmente cancerosas.
Cirujanos robots
La prevención de enfermedades, el desarrollo de formas más eficientes de gestión sanitaria y el descubrimiento de fármacos son acontecimientos extraordinarios que indudablemente van a cambiar la trayectoria del bienestar humano. Sin embargo, la creación de cirujanos robots parece directamente sacado de Regreso al futuro. Hemos llegado al punto en el que las máquinas potenciadas por IA están siendo utilizadas para asistir en cirugías, desde procedimientos mínimamente invasivos hasta cirugía cardíaca abierta (HeartLander, por ejemplo). Según Mayo Clinic, los robots ayudan a los médicos a realizar procedimientos complejos con una precisión, flexibilidad y control que va más allá de las capacidades humanas.
El primer asistente de cirugía robótica aprobado por la FDA fue “da Vinci” de Intuitive, que a día de hoy ha ayudado en más de 10 millones de operaciones.
Varias empresas siguieron sus pasos. Vicarious Surgical, donde Bill Gates es accionista, es de las más aclamadas. Este sistema funciona de manera que los cirujanos pueden controlar los brazos mecánicos desde una consola computadora, mientras el robot le da al médico una vista tridimensional y ampliada del sitio quirúrgico imperceptible al ojo humano.
Las cirugías asistidas por robots han llevado a menos complicaciones relacionadas con la cirugía, menos dolor y un tiempo de recuperación más rápido.
El futuro está aquí
Ha llegado el futuro. Las predicciones de McFly en Regreso al futuro se están cumpliendo. Si la tecnología nos ayuda a facilitar los procesos, la AI directamente los emplea. En sociedades donde la industria sanitaria tiene unas carencias estructurales decisivas, su buen funcionamiento dependerá de la implementación constante de procesos que incrementen la eficiencia y la productividad. A este ritmo, se espera que el sector de la tecnología en la salud alcance los $280 mil millones para 2021, con una tasa de crecimiento anual del 15,9% entre 2016 y 2021.
Estos datos suponen una gran noticia. La inteligencia artificial está demostrando brindar una atención médica mejor, más rápida, y a un coste más bajo. Sin lugar a dudas, tendrá un impacto que hoy aún no podemos ni imaginar. Pero ante todo, el establecimiento de la IA en nuestro día a día evidencia una tendencia hacia un mundo con más tiempo, un modo de vida profesional nuevo.
Como siempre os digo, no hay que tenerle miedo al cambio, hay que abrazarlo. La automatización de tareas destruirá puestos de trabajo, sí, pero creará nuevos probablemente mucho menos enajenantes. Y contribuirá, indiscutiblemente a la mejora de la humanidad.
Contenido adicional (en inglés y español)
- https://builtin.com/artificial-intelligence/artificial-intelligence-healthcare
- https://www.theaccessgroup.com/en-gb/blog/hsc-what-ai-healthcare/
- https://www.insiderintelligence.com/insights/artificial-intelligence-healthcare/
- https://dxc.com/us/en/insights/perspectives/blogs/the-possibilities-of-ai--a-journey-into-the-future-of-healthcare
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